Street Photography

La fotografía ama a París

Fotografía de Robert Doisneau

Fotografía de calle en París

Como ya vimos en un anterior artículo, París es una de las ciudades más fotografiadas, y una de las grandes capitales de la fotografía y de la cultura del siglo XX. A ella han acudido, en su momento, todos los fotógrafos que querían abrirse paso y alcanzar notoriedad, y otros que simplemente querían pasear por las mismas calles por donde Eugène Atget, Henri Cartier-Bresson o Robert Doisneau, consiguieron alguna de sus imágenes más importantes.

Pero como suele ocurrir, la imagen que nos dejaron unos u otros es distinta, personal, única. Al menos, la que nos dejaron muchos de los creadores más importantes que han sostenido una cámara fotográfica entre sus manos.

Podemos conocer París a través de los ojos de Brassai, Doisneau o Klein, y la capital francesa se nos mostrará diferente, poliédrica, con diversos matices según quién sea el que firme las imágenes. Y es que al final, la fotografía, el documento que observemos, será “algo” visto a través de los ojos de “alguien”, nada más y nada menos. Y es lo que debemos ver cuando miramos y nos detenemos en una imagen.

Y con esa idea vamos a dar un repaso a París, una visión de París a través de diferentes ojos, de diferentes miradas, que se asomaron a esta gran ciudad para dejarnos su testimonio, su experiencia, su sensibilidad.

Eugene Atget y el surrealismo mágico

Comenzamos con el París silencioso, solitario e irreal de Eugène Atget (1857-1827). Tan extraño, enigmático y evocador, que sus obras fueron abrazadas por los surrealistas.

Fotografía de Eugène Atget
© Eugène Atget
Fotografía de Eugène Atget
© Eugène Atget

Ilyá Ehrenburg y la decadencia capitalista

Ahora nos quedamos con una visión menos conocida de París. La que realizó el escritor y periodista ruso Ilyá Ehrenburg (1891-1967), y que reflejó en un libro titulado “Mi París” (1933).

Él se fijó en lo podrido de una sociedad capitalista que criticó duramente. Borrachos, gentes abandonadas a su suerte, como sobrantes de una economía implacable con los que se han bajado del tren. Con una cámara Leica retrata París de una manera muy poco romántica.

Fotografía de Ilyá Ehrenburg
© Ilyá Ehrenburg
Fotografía de Ilyá Ehrenburg
© Ilyá Ehrenburg

Brassaï y el encanto de lo prohibido

Brassaï (1899-1984), en cambio, colocó a París, con “París de noche” (1933), con un velo mítico, atrayente y misterioso. Sus estampas nocturnas, que tanto han sido imitadas posteriormente, dejaban un aire embriagador y seductor, que todavía sobrevuela la capital de Francia cuando pensamos en ella.

Fotografía de Brassaï
© Brassaï
Fotografía de Brassaï
© Brassaï

Robert Doisneau y la vida de la ciudad

Nos vamos ahora a esas imágenes llenas de vida de Robert Doisneau (1912-1994). Costumbristas, que han forjado la leyenda de París como ningunas otras, y que estaban firmadas por un formidable fotógrafo.

Fotografía de Robert Doisneau
© Robert Doisneau
Fotografía de Robert Doisneau
© Robert Doisneau

Johan van der Keuden y el existencialismo

El cineasta y fotógrafo holandés Johan van der Keuken (1938-2001) recogió en su libro “Paris mortal” (1963) su etapa de estudiante en la ciudad. Nos presenta una visión personal e íntima de París, existencialista, y con los aires estéticos que en esos momentos revolucionaban el cine de la época con la “novelle vague” de Godard y Truffaut.

Fotografía de Johan van der Keuken
© Johan van der Keuken
Fotografía de Johan van der Keuken
© Johan van der Keuken

William Klein y el caos

Y en William Klein (1928) encontramos un París cosmopolita, caótico y callejero. Cuando recorría las calles, Klein se convertía en un fotógrafo al límite, peleando cuerpo a cuerpo con la imagen, yuxtaponiendo cuerpos y caras, con un estilo inconfundible.

Fotografía de William Klein
© William Klein
Fotografía de William Klein
© William Klein

Un maravilloso repaso a una de las grandes capitales de la fotografía mundial: París.

 

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