Fotografía de calle en París
Como ya vimos en un anterior artículo, París es una de las ciudades más fotografiadas, y una de las grandes capitales de la fotografía y de la cultura del siglo XX. A ella han acudido, en su momento, todos los fotógrafos que querían abrirse paso y alcanzar notoriedad, y otros que simplemente querían pasear por las mismas calles por donde Eugène Atget, Henri Cartier-Bresson o Robert Doisneau, consiguieron alguna de sus imágenes más importantes.
Pero como suele ocurrir, la imagen que nos dejaron unos u otros es distinta, personal, única. Al menos, la que nos dejaron muchos de los creadores más importantes que han sostenido una cámara fotográfica entre sus manos.
Podemos conocer París a través de los ojos de Brassai, Doisneau o Klein, y la capital francesa se nos mostrará diferente, poliédrica, con diversos matices según quién sea el que firme las imágenes. Y es que al final, la fotografía, el documento que observemos, será “algo” visto a través de los ojos de “alguien”, nada más y nada menos. Y es lo que debemos ver cuando miramos y nos detenemos en una imagen.
Y con esa idea vamos a dar un repaso a París, una visión de París a través de diferentes ojos, de diferentes miradas, que se asomaron a esta gran ciudad para dejarnos su testimonio, su experiencia, su sensibilidad.
Eugene Atget y el surrealismo mágico
Comenzamos con el París silencioso, solitario e irreal de Eugène Atget (1857-1827). Tan extraño, enigmático y evocador, que sus obras fueron abrazadas por los surrealistas.
Ilyá Ehrenburg y la decadencia capitalista
Ahora nos quedamos con una visión menos conocida de París. La que realizó el escritor y periodista ruso Ilyá Ehrenburg (1891-1967), y que reflejó en un libro titulado “Mi París” (1933).
Él se fijó en lo podrido de una sociedad capitalista que criticó duramente. Borrachos, gentes abandonadas a su suerte, como sobrantes de una economía implacable con los que se han bajado del tren. Con una cámara Leica retrata París de una manera muy poco romántica.
Brassaï y el encanto de lo prohibido
Brassaï (1899-1984), en cambio, colocó a París, con “París de noche” (1933), con un velo mítico, atrayente y misterioso. Sus estampas nocturnas, que tanto han sido imitadas posteriormente, dejaban un aire embriagador y seductor, que todavía sobrevuela la capital de Francia cuando pensamos en ella.
Robert Doisneau y la vida de la ciudad
Nos vamos ahora a esas imágenes llenas de vida de Robert Doisneau (1912-1994). Costumbristas, que han forjado la leyenda de París como ningunas otras, y que estaban firmadas por un formidable fotógrafo.
Johan van der Keuden y el existencialismo
El cineasta y fotógrafo holandés Johan van der Keuken (1938-2001) recogió en su libro “Paris mortal” (1963) su etapa de estudiante en la ciudad. Nos presenta una visión personal e íntima de París, existencialista, y con los aires estéticos que en esos momentos revolucionaban el cine de la época con la “novelle vague” de Godard y Truffaut.
William Klein y el caos
Y en William Klein (1928) encontramos un París cosmopolita, caótico y callejero. Cuando recorría las calles, Klein se convertía en un fotógrafo al límite, peleando cuerpo a cuerpo con la imagen, yuxtaponiendo cuerpos y caras, con un estilo inconfundible.
Un maravilloso repaso a una de las grandes capitales de la fotografía mundial: París.